LA FICHA
Nací hace 18 años en Santa Cruz, un pueblo a ocho horas de Cajamarca. Mis padres estudiaron una carrera, pero ahora se dedican a la agricultura. Ellos me enseñaron a no dejarme caer a pesar de las dificultades. Un día en mi pueblo se abrió una convocatoria para postular a Beca 18 y, cuando me aceptaron, opté por estudiar Telemática en Iberotec. Ahora participo en la construcción de un Hexacóptero ¡Un dron! Algo que jamás en mi vida hubiese imaginado construir.
¿Cómo fueron tu infancia y tu educación en Santa Cruz de Cajamarca?
Uno de los mayores logros que he tenido es poder hacer mis estudios superiores. Yo vengo de una familia humilde, aunque nunca me sentí como tal. A veces faltaba qué comer, pero mi papá cubría casi todos los gastos. Amor no me faltó, comprensión tampoco, ni apoyo por parte de ellos…
¿Qué te faltó?
Lo tuve todo. No soy de las personas que valoran mucho lo económico, sino lo que realmente mis padres me pudieron dar con tanto amor.
¿Y qué te llevó a ser tan estudiosa?
En el colegio fui una alumna regular. Tenía buen comportamiento, a veces era un poco callada, pero a la vez curiosa. Me gusta preguntar: ¿esto por qué se hace? ¿Por qué lo otro no? (Risas)
¿Destacabas en los números?
Exacto, en matemática. Tampoco fui una chancona y no digo que era trome, pero sí me gustaban los números. Ya en el colegio me empezó a llamar la atención ser una ingeniera de sistemas. Esa es mi meta. Ahora quiero continuar con mis estudios superiores, obtener una maestría, dedicarme a estudiar, estudiar, estudiar, porque mi carrera no termina en tres años: llega al futuro.
¿Cómo llegaste a Beca 18?
Después de terminar la secundaria, yo descansé un año, más o menos, porque mis papás estaban ahorrando dinero. Justamente su propósito era que yo estudiara, que no me quedara estancada. Como cualquier padre, me decían: ¿De qué te vas a mantener, hija? Tú tienes que ser mejor que nosotros.
¿Y qué hiciste ese año?
Yo ayudaba en los quehaceres del hogar, de vez en cuando hacía algún mandado y así juntaba alguna platita. Además, como que no tuve mucho tiempo perdido porque, como tenía más tiempo libre, me dedicaba a leer. Fue como si ese año me hubiese estado dedicando a prepararme, porque yo realmente no lo sentí perdido.
¿Pero cómo accedes a Beca 18?
Después de ese año hubo la primera convocatoria en mi provincia, porque todos sabíamos de Beca 18, pero pensábamos que sólo se daba en Lima, porque a mi pueblo no llega mucha comunicación. Cuando salió la convocatoria en las noticias, por la radio, yo no quería postular, precisamente, sólo buscaba información...
¿Tus notas te permitían acceder?
Siiiiii, ¡mis notas eran sobresalientes! Lo que pasa es que estábamos un poco desinformados. Pero luego me informé y pude acceder a la beca. Había para postular a dos instituciones, pero opté por Iberotec, porque era un instituto de tecnología.
¿Y por qué elegiste Telemática?
En sí la telemática tiene dos campos. La programación en sí, y el que es más práctico. Por ejemplo, estar ahí instalando el hexacóptero (el dron que ha armado con sus compañeros), soldándolo, configurándolo. Mi idea es enfocarme a la programación, pero tampoco dejar de lado lo práctico.
¿Y cómo has participado en la construcción de un drone?
Yo estoy desde que comenzó el proyecto Hexacóptero, hace seis meses. El nombre del dron es Íbero-dron. Es un robot que puede volar, pero no es un juguete, como todos piensan. La finalidad del proyecto es implementarlo en muchas cosas: agricultura, ganadería…
¿Tú lideraste el proyecto?
Me dediqué más a la parte mecánica, pero eran tres grupos: los de la parte mecánica, los de la parte electrónica y los de la parte de sistema. La cuestión era armarlo, porque el dron nos lo trajeron por partes. Nosotros prácticamente lo hemos construido todo.
¿Hay muchas chicas en Telemática?
No les llama la atención. En el proyecto solamente éramos yo y otra chica. A mí me aficiona más construir, armar, configurar. Eso es lo que yo amo.
Más allá de un dron, que ya es una realidad, ¿qué soñarías armar?
Algo de mi creación. Justamente ayer estaba viendo tutoriales de armado de diferentes robots, y uno de ellos simulaba un camélido, como una vicuña, que imitaba cómo subían y bajaban los cerros.
¿¡Una vicuña robot!?
Sí, algo así. Y tenía autocontrol, porque uno lo empujaba, y de inmediato reaccionaba y se ubicaba de nuevo en su lugar. Y caminaba como un animal. Sólo le faltaba la piel. Me gustaría armar eso, porque sería utilísimo en tierras escarpadas, donde no llega fácil un ser humano.
¿Hasta dónde sientes que puedes llegar?
Mi propósito es llegar a dominar no sólo la robótica en sí, sino formar una empresa de software para páginas comerciales. Hay infinidad de cosas que se pueden hacer en el campo de la Telemática.
¿Qué dicen tus papás a todo esto?
Ellos se sienten orgullosos y me dicenque puedo llegar a hacer lo que quiera, pero que trate de tomar en cuenta la humildad y la responsabilidad.
¿Los ves con frecuencia?
Logré ir para Navidad, pero como hubo los proyectos y mi idea principal es estudiar, no pude estar mucho con ellos. Mis papás entendieron. Así que volví a hacer talleres y todo eso, para no perder tiempo, porque el tiempo es indispensable para todo lo que quiero hacer.
Textos: Maritza Espinoza( La Repùblica)
Nací hace 18 años en Santa Cruz, un pueblo a ocho horas de Cajamarca. Mis padres estudiaron una carrera, pero ahora se dedican a la agricultura. Ellos me enseñaron a no dejarme caer a pesar de las dificultades. Un día en mi pueblo se abrió una convocatoria para postular a Beca 18 y, cuando me aceptaron, opté por estudiar Telemática en Iberotec. Ahora participo en la construcción de un Hexacóptero ¡Un dron! Algo que jamás en mi vida hubiese imaginado construir.
¿Cómo fueron tu infancia y tu educación en Santa Cruz de Cajamarca?
Uno de los mayores logros que he tenido es poder hacer mis estudios superiores. Yo vengo de una familia humilde, aunque nunca me sentí como tal. A veces faltaba qué comer, pero mi papá cubría casi todos los gastos. Amor no me faltó, comprensión tampoco, ni apoyo por parte de ellos…
¿Qué te faltó?
Lo tuve todo. No soy de las personas que valoran mucho lo económico, sino lo que realmente mis padres me pudieron dar con tanto amor.
¿Y qué te llevó a ser tan estudiosa?
En el colegio fui una alumna regular. Tenía buen comportamiento, a veces era un poco callada, pero a la vez curiosa. Me gusta preguntar: ¿esto por qué se hace? ¿Por qué lo otro no? (Risas)
¿Destacabas en los números?
Exacto, en matemática. Tampoco fui una chancona y no digo que era trome, pero sí me gustaban los números. Ya en el colegio me empezó a llamar la atención ser una ingeniera de sistemas. Esa es mi meta. Ahora quiero continuar con mis estudios superiores, obtener una maestría, dedicarme a estudiar, estudiar, estudiar, porque mi carrera no termina en tres años: llega al futuro.
¿Cómo llegaste a Beca 18?
Después de terminar la secundaria, yo descansé un año, más o menos, porque mis papás estaban ahorrando dinero. Justamente su propósito era que yo estudiara, que no me quedara estancada. Como cualquier padre, me decían: ¿De qué te vas a mantener, hija? Tú tienes que ser mejor que nosotros.
¿Y qué hiciste ese año?
Yo ayudaba en los quehaceres del hogar, de vez en cuando hacía algún mandado y así juntaba alguna platita. Además, como que no tuve mucho tiempo perdido porque, como tenía más tiempo libre, me dedicaba a leer. Fue como si ese año me hubiese estado dedicando a prepararme, porque yo realmente no lo sentí perdido.
¿Pero cómo accedes a Beca 18?
Después de ese año hubo la primera convocatoria en mi provincia, porque todos sabíamos de Beca 18, pero pensábamos que sólo se daba en Lima, porque a mi pueblo no llega mucha comunicación. Cuando salió la convocatoria en las noticias, por la radio, yo no quería postular, precisamente, sólo buscaba información...
¿Tus notas te permitían acceder?
Siiiiii, ¡mis notas eran sobresalientes! Lo que pasa es que estábamos un poco desinformados. Pero luego me informé y pude acceder a la beca. Había para postular a dos instituciones, pero opté por Iberotec, porque era un instituto de tecnología.
¿Y por qué elegiste Telemática?
En sí la telemática tiene dos campos. La programación en sí, y el que es más práctico. Por ejemplo, estar ahí instalando el hexacóptero (el dron que ha armado con sus compañeros), soldándolo, configurándolo. Mi idea es enfocarme a la programación, pero tampoco dejar de lado lo práctico.
¿Y cómo has participado en la construcción de un drone?
Yo estoy desde que comenzó el proyecto Hexacóptero, hace seis meses. El nombre del dron es Íbero-dron. Es un robot que puede volar, pero no es un juguete, como todos piensan. La finalidad del proyecto es implementarlo en muchas cosas: agricultura, ganadería…
¿Tú lideraste el proyecto?
Me dediqué más a la parte mecánica, pero eran tres grupos: los de la parte mecánica, los de la parte electrónica y los de la parte de sistema. La cuestión era armarlo, porque el dron nos lo trajeron por partes. Nosotros prácticamente lo hemos construido todo.
¿Hay muchas chicas en Telemática?
No les llama la atención. En el proyecto solamente éramos yo y otra chica. A mí me aficiona más construir, armar, configurar. Eso es lo que yo amo.
Más allá de un dron, que ya es una realidad, ¿qué soñarías armar?
Algo de mi creación. Justamente ayer estaba viendo tutoriales de armado de diferentes robots, y uno de ellos simulaba un camélido, como una vicuña, que imitaba cómo subían y bajaban los cerros.
¿¡Una vicuña robot!?
Sí, algo así. Y tenía autocontrol, porque uno lo empujaba, y de inmediato reaccionaba y se ubicaba de nuevo en su lugar. Y caminaba como un animal. Sólo le faltaba la piel. Me gustaría armar eso, porque sería utilísimo en tierras escarpadas, donde no llega fácil un ser humano.
¿Hasta dónde sientes que puedes llegar?
Mi propósito es llegar a dominar no sólo la robótica en sí, sino formar una empresa de software para páginas comerciales. Hay infinidad de cosas que se pueden hacer en el campo de la Telemática.
¿Qué dicen tus papás a todo esto?
Ellos se sienten orgullosos y me dicenque puedo llegar a hacer lo que quiera, pero que trate de tomar en cuenta la humildad y la responsabilidad.
¿Los ves con frecuencia?
Logré ir para Navidad, pero como hubo los proyectos y mi idea principal es estudiar, no pude estar mucho con ellos. Mis papás entendieron. Así que volví a hacer talleres y todo eso, para no perder tiempo, porque el tiempo es indispensable para todo lo que quiero hacer.
Textos: Maritza Espinoza( La Repùblica)